El desafío   Leave a comment

eldesafio

La abuela sonrió al nieto, y sacó de su bolsito unas pequeñas tijeras.

-Ve y córtaselo –le dijo al infante.

El niño le sonrió. Agarró las tijeras y lentamente, sin hacer ningún ruido, a su padre se acercó.

Dormido había quedado sin darse cuenta la noche anterior, en su sillón favorito, aún con las zapatillas puestas.

El niño apretó en su mano el instrumento y lo acercó al pecho del padre. Miró a su abuela y ésta asintió.

Sin que éste se despertara se lo quitó de las manos, enredados los lazos de colores entre sus dedos aquí lo había encontrado, con un precioso papel azul brillante; lo que él más quería aquel 6 de enero.

Publicado 26/08/2019 por Laimor Lan en Microhistorias

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